La Ciudad Encantada

Mi segunda visita a Cuenca me ha llevado hasta la Ciudad Encantada, que no pude ver en Semana Santa porque la nieve no me dejó.

Con 20 grados de diferencia se hace muuucho más llevadera la subida a la sierra por esas carreteras conquenses, que da igual donde mires que siempre hay un precipicio por donde caerse.

Una vez arriba, llegamos a la puerta de la Ciudad Encantada, si si la puerta, porque alguien muy avispado ha montado un tenderete y se ha puesto a cobrar 3 euros por entrar al campo...
Ya dentro, la verdad que me esperaba algo mejor... impresionan las rocas tan grandes en mitad del campo, pero lo de las formas ya es para nota. Yo creo que al que eligieron para ponerles nombres a las rocas se había tomado un tripi o algo, porque si no es por los carteles que te indican que estas delante de un elefante, una tortuga o los amantes de Teruel... no ves mas que rocas amorfas.
El recorrido se hace en 30 minutos por unos caminitos con bancos y papeleras... que digo yo q será por eso por lo que la llaman "ciudad"...

Creo que lo mejor de la excursión fué la vuelta, ya que pudimos parar en "El Ventano del Diablo", un impresionante mirador en mitad de la carretera, sobre el río Júcar.

Y para próximas visitas (que las habrá) a la PLAYA!!! Si si, Cuenca tiene playa, no estoy loca...